domingo, 9 de julio de 2017

Ballet de Hamburgo - La Sirenita

Sylvia Azzoni en La Sirenita de John Neumeier.
Foto: Kiran West

John Neumeier creó el ballet La Sirenita para el Ballet Real de Dinamarca, con motivo del bicentenario del nacimiento del poeta Hans Christian Andersen. El estreno se produjo en la ópera de Copenhage el 15 de Abril de 2005. Alba Nadal, la artista catalana invitada este año para las Galas de Ibstage de principios de septiembre, llevaba por entonces dos años en la compañía danesa y recuerda esa creación con gran cariño puesto que John Neumeier la eligió para hacer una de las 5 sirenas solistas, entre otros papeles de cuerpo de baile.

Carolina Masjuan

En Hamburgo el ballet se estrenó el 1 de julio de 2007 y, como nos comentó Aleix Martínez bailarín solista de la compañía, Silvia Azzoni hizo suyo rápidamente el rol principal, creando una Sirenita inolvidable por la que en 2008 obtuvo el máximo galardón en danza, el Prix Benois de la Danse. Tuvimos la suerte de que fuera ella quien bailara este papel y continúa siendo una delicia verla interpretarlo.

Karen Aztayan como La Bruja.
Foto: Kiran West
Pero que nadie espere encontrar en esta obra la versión Disney del cuento. En absoluto, aquí el coreógrafo es fiel al original y describe el amor prohibido y no correspondido del Poeta, el propio Hans Christian Andersen, por su amigo Edward, el Príncipe.

La Sirenita es una historia dramática que transcurre en dos mundos opuestos. El que hay bajo el mar, con criaturas oceánicas a veces dulces, otras feroces, y el estilo de vida de los humanos, ya sea a bordo de un barco o sobre la tierra. 

La Sirenita viaja a través de ambos mundos, atormentada por su profundo amor por el príncipe.

La Sirenita de John Neumeier es un ballet de gran belleza con unos personajes muy intensos que emocionan profundamente al espectador. Se inicia en completo silencio en la cubierta de un barco, un cordón de fibra óptica azul representa las olas bajo él, ese mundo submarino que tanto peso tiene en la obra. El amor del Poeta (Lloyd Riggins) es el apuesto Capitán de la nave (Alexandre Riabko), que celebra su día de boda. Triste por ese hecho, el Poeta vierte una lágrima al mar y entonces empieza a sonar la música de Lera Auerbach. La lágrima que vierte el Poeta por la borda del barco donde su amigo se casa, es la que da vida a la sirena cuyo destino transcurrirá en paralelo con el de él.

Lloyd Riggins El Poeta, Silvia Azzoni, Alexandre Riabko
El Príncipe y Carolina Aguero La Princesa.
Foto: Kiran West
Cuando la bruja del mar (Karen Azatyan) aparece, una tormenta terrible entra en erupción y el príncipe está en peligro de ahogarse. La Sirenita lo rescata sosteniendo su cuerpo inconsciente y no puede resistirse a besarlo.

Suenan campanas y un grupo de colegiales de un convento llegan con las monjas a la orilla del mar. Una de las chicas, muy parecida a la Princesa Henriette (Carolina Aguero), descubre al príncipe y lo despierta. Creyendo que fue la princesa quien le salvó, el Príncipe se enamora de ella.

Aunque a veces el filo del relato es algo confuso, hay escenas de fantástica danza, como por ejemplo los entrenamientos de los marineros, con su régimen de ejercicio diario y que, con su virtuosismo y su coordinación, hacen las delicias de la audiencia. Aquí podemos volver a gozar de la magnífica danza de Aleix Martínez.

También las sirenas marinas tienen su momento para lucirse y en conjunto todo el ballet está realmente logrado en cuanto a la parte técnica se refiere. El elenco Hamburgués está en plena forma y a pesar de ser una semana altamente demandante dado el cambio diario de programa, ellos están al 100% cada noche. Realmente admirable. 

Los Marineros, el Poeta y el Príncipe/Capitán.
Foto: Kiran West
Carolina Aguero (La Princesa) merece asimismo un apartado especial, brilla en escena con su danza refinada y sus líneas estilizadas. Una auténtica princesa a quien tuvimos el placer de saludar mientras calentaba antes de la función.

Pero éste es definitivamente el ballet de Silvia Azzoni. Silvia aborda la gran variedad de matices del personaje de una forma magistral; ilusionada al principio, dispuesta a los más grandes sacrificios en pos de su amor por el capitán, trágicamente conmovedora y desgarradoramente convincente, en su afán por devenir humana, sufriendo intensamente al intentar andar con unas piernas a las que no está acostumbrada y obtener un amor imposible que al final le es vetado.

El amor da a la pequeña sirena el valor de mendigar un cuerpo humano que obtiene mediante un ritual terrible llevado a cabo por la terrorífica bruja, quien tomando su bella cola como rescate, la transforma violentamente. La Sirenita ahora tiene piernas.

Silvia Azzoni, Lloyd Riggins y el cuerpo de baile.
Foto: Kiran West
La Sirenita despierta desnuda en la orilla del mar, y ejecuta sus primeros pasos con un dolor insoportable. El príncipe, al pasar, se compadece de esta extraña criatura y la lleva a bordo de su barco. Parece que su sueño se ha realizado. Pero cuando el barco está a punto de partir, el Príncipe descubre a la Princesa entre los pasajeros. A medida que el amor entre el Príncipe y la Princesa se intensifica, La Sirenita sufre también el dolor intenso de la decepción humana.



La bruja da un cuchillo a la Sirenita para que mate al Príncipe y así ella le retornará su cola de sirena, pero La Sirenita es incapaz de dañar a su amor.

La Sirenita se queda sola. Su dolor es un reflejo del dolor del Poeta. Cada uno parece la sombra del otro, cada uno abandonado por el objeto de su intenso amor. Son uno solo: creador y creación. Es el amor del Poeta por su Sirena es el que le da el alma que la hará inmortal, así como ella, "La Sirenita", lo inmortalizará a él. Valientes, parten en busca de un nuevo mundo. 

Silvia Azzoni y Lloyd Riggins.
Foto: Kiran West

Precioso epílogo en una noche estrellada recreada con gran belleza en escena. Como me dijo mi joven acompañante de 11 años, maravillada por el espectáculo, ambos eran ahora dos estrellas, las que más brillaban en el firmamento.

Como no podía ser de otra forma, la audiencia celebró la función con grandes aplausos, todo el público en pie, de nuevo courtain calls y lluvia de ramos de flores a escena. Fuera había disturbios y destrozos, dentro se celebraba la belleza y esa paz de espíritu que proporciona el Arte. Gracias artistas del Ballet de Hamburgo, muchas gracias John Neumeier, ha sido una experiencia que no vamos a olvidar.

Además de a Aleix Martínez, un agradecimiento especial a Nathalia Schmidt y a todo el equipo de prensa, por su gran profesionalidad, amabilidad y ayuda.

La Sirenita
Coreografía, decorados y vestuario: John Neumeier
Con el patrocinio de la Foundation for the Patronage of the Hamburg State Opera
Elenco
La Sirenita: Silvia Azzoni, 
El Poeta: Lloyd Riggins, 
Henriette / La Princesa: Carolina Agüero, 
Edvard / El Príncipe: Alexandre Riabko, 
Bruja de los mares: Karen Azatyan
Música original compuesta por el compositor ruso-americano: Lera Auerbach

Orquesta : Philharmonisches Staatsorchester Hamburg, dirigida por Simon Hewett





No hay comentarios:

Publicar un comentario